martes, 16 de agosto de 2011

Incidentes en Inglaterra y JMJ en Madrid

Tras un tiempo de vacaciones vuelvo a escribir. Y lo quiero hacer sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebrarán en Madrid del 16 al 21 de Agosto de 2011

Sin  embargo, también hay algo que me ha hecho refelxionar últimamente y que lo veo muy relacionado con la posible repercusión de la visita del Papa a Madrid. Me estoy refiriendo a los incidentes que se han vivido en Londres, Birmingham o Manchester.

No digo nada que no se haya dicho, especialmente porque parto del análisis de David Cameron en el Parlamento y porque sus medidas adoptadas las ha respaldado la población.

Lo que está pasando es una crisis de valores, la situación económica eleva la tensión de la población y, dependiendo de la formación de base encontramos por un lado, la educación en el sacrificio, el servicio a los demás, el valor de la comunidad y por el otro, en la individualidad como bien supremo, el consumismo y los placeres materiales... De este modo, la respuesta de la población puede variar de manera diametral.

Creo que criticar el individualismo y el consumismo era casi un suicidio hasta hace poco. Tampoco es que Cameron haya sido valiente con su análisis porque las imágenes de menores de edad robando pantallas de 42 pulgadas o los que saqueaban la mochila de un joven que había sido golpeado hablan por sí mismas. Ciertamente, el primer ministro ha hablado claramente de crisis de valores y de la responsabilidad de los padres, ¡por fin lo dice alguien que no es un ministro de la Iglesia!

¿Cómo se llega a esta crisis de valores? Creo que no es baladí la secuencia de iniciativas autodestructivas y decadentes que las culturas europeas vienen adoptando desde la segunda mitad del s.XX.
Dando por sentado que la gente buena lo es porque sí, y que lo sería mejor sin la Iglesia.
Dando por sentado que mucha gente buena no cambiará y que mejorará el conjunto de la población si se da manga ancha a más posibilidades materiales de la población -abandonando todo análisis ético/moral-, comenzando por el control de la natalidad en pro de una vitoreada liberación sexual de la mujer, el abandono del respeto por los mayores y por las instituciones en pro de una afirmación de la personalidad individual como bien supremo, la confusión entre el bienestar y la mentira de no necesitar esfuerzo para lograr cosas importantes ha contribuido al auge de una juventud con una mínima tolerancia a la frustración en muchos casos.

Ahora bien, ¿cómo se arregla esta crisis de valores? Es relativamente fácil identificar los problemas pero es harto difícil consensuar la forma de arreglarlos -un claro ejemplo ha sido el auge del 15-M y lo que posteriormente ha derivado-.

Bueno, volvamos al hilo, ¿cómo se arregla esta crisis? Y he aquí que coinciden en el tiempo las Jornadas Mundiales de la Juventud, evento de relevancia mundial que Juan Pablo II inició cuando certeramente comenzó a ver estos problemas en la sociedad actual.

Yo no estuve en las de Roma en 2000 -tenía una cita en septiembre con la Mecánica de Fluidos- pero sí aproveché lo más parecido a unas JMJ que vino después, como fue la vigilia para los jóvenes de Juan Pablo II en Cuatro Vientos, allá por Mayo de 2003. Para mi supuso un auténtico impulso en mi vida y, sin duda, ha supuesto un hito de relevancia especial para todo lo que me ha devenido después. Y es que poder compartir algo así en Cuatro Vientos, pese al calor y a todos los que nos reuníamos, hace que todo sea tan especial que, de pronto, estás tú a solas con el Papa. Él habla para todos pero especialmente para ti, quedamente, al corazón.

En este caso no es Juan Pablo II sino Benedicto XVI, un abuelito entrañable con lúcida mente y mirada dulce. Se está hablando de qué dirá en su discurso, no es difícil encontrar el discurso de JPII en 2003, o del propio Benedicto XVI en Valencia en 2006, defensa de la familia, defensa de los más débiles, proponer ideas sin imponerlas.....En fin, no sé de qué hablará, porque su mensaje está cargado de novedad, solo sé que no será nada que ataque nada de manera malintencionada, antes bien, pautas para ser mejores seguidores de Jesús.

Es curioso el revuelo que se ha levantado en los medios de comunicación. Sin duda, el revuelo es totalmente artificial, ni hay tanto indignado que se quiera manifestar en contra ni tanta gente que se pregunte a qué viene como si de una indiscreción se tratara. En realidad, periódicos y televisiones de Prisa, Mediapro, Mediaset principalmente deberían hacer, por una vez, un ejercicio de periodismo y no de etiquetado previo con opinión ante lo que puede ser el mayor evento en Madrid de la década.

También es justo resaltar el cambio en Televisión Española que estos días está surgiendo al tratar la información relativa a las Jornadas, el que la UGT haya desconvocado la huelga de metro y que José Blanco haya resaltado públicamente que todo el presupuesto del evento no ha requerido desembolso de las autoridades.

Pero les animo a dar un paso más, ¡sean valientes, abran sus brazos a Cristo! Simplemente, vengan, escuchen y reflexionen en su interior.
Y hago una humilde invitación a todo el mundo a acudir o ponerse delante del televisor, no solo a los mencionados, con todos estos deseos:

Ójala descubran que se sienten a gusto entre tanto joven sano y alegre de todo el mundo.
Ójala descubran que nuestra fuerza como humanos está en la comunidad, y que solamente juntos podemos afrontar esta durísima crisis.
Ójala descubran en los ojos de los jóvenes el significado de la verdadera libertad.
Ójala vean los jóvenes rezando no están oprimidos y sientan cosquilleo por rezar un Padrenuestro.
Ójala descubran que todo esto es gracias a Cristo Salvador y crean en que la Salvación está cerca.


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