Las vueltas que da la vida.
La vergüenza que tantos cántabros hemos pasado viendo el trato que daba el presidente Revilla a este desconocido ricachón, evocando el mayor de los catetismos del "Bienvenido Mr. Marshall" y la casi tan vergonzosa salida ahora, "viendo la luz" sin la menor autocrítca.
En este blog ya escribimos sobre todos los fraudes que estaban saliendo a nivel mundial sobre este indio -dato del que también se puede dudar ya-.
Posteriormente, salió en los diarios deportivos la maniobra fallida de Syed de intento de pelotazo cuando intentó vender por 15 millones de euros el club a los jeques de bahrein. Lástima que se interpusieran las revueltas sociales allí a tenor de las que ya afloraron en Egipto y Túnez, los jeques no pudieron venir a España -concretamente a Santander para ver el partido Racing-Real Madrid- y cerrar la operación.
Luego todo se supo y el señor Pernía hizo otro ridículo negando algo de lo que él no tenía porqué hablar -porque él no sabe los tejemanejes de Syed, obviamente. Pero la gente no es tonta y se empezó a cansar y Syed, que tampoco lo es pues vive de mirar lo suyo, salió huyendo de Santander.
A partir de ahi, una secuencia de revisar avales, reclamar impagos, denuncia de los jugadores por no cobrar y toda una secuencia que no hay que olvidar, no por sonrojante, sino para evitar que algo así vuelva a ocurrir en un club español.
Poco después, nuestro ya expresidente y colaborador de "La Sexta" -que es lo que le va a quedar- vio la luz, cual San Pablo hacia Damasco, soltando una frase lapidaria: "Ali Syed parece un mangante más que un magnate"
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