10 motivos contra Greenpeace por su Intrusión en Cofrentes

Hoy, 15 de febrero de 2011, una veintena de activistas de Greenpeace rompieron el perímetro de la Central Nuclear de Cofrentes (Valencia) hacias las 6h30. No me quiero enrollar en los detalles que pudieran alimentar la épica de estos irresponsables, pero sí decir que el ataque estaba muy pensado: hicieron una estrategia de señuelo provocando una alerta en un lado de la parcela para, a continuación, romper con radiales la verja por el lado contrario. También conocían cómo acceder a la Torre donde han subido porque cualquiera que pase por allí no puede por sus propios medios, de modo que han traído escaleras.

Con esta entradilla, que no difiere mucho de lo que se puede leer en los distintos medios de comunicación, hago hincapié en varios puntos:

1. Esta gente no tiene nada de pacífica, han herido a un guardia de seguridad con una radial y otros dos guardias han tenido que ser tratados por contusiones.
2. Tenían muy claro su objetivo y no les iban a parar unos medios disuasorios -que no coercitivos-. A lo que me pregunto, ¿No nos preocupa tanto la seguridad nuclear?¿No deberían estar protegidos estos emplazamientos por militares o autorizados sus guardias de seguridad para empleo de la fuerza ante incursiones no autorizadas? Esta gente sabe que a día de hoy no se les puede hacer nada y abusan.
3. Se pone en duda la seguridad de esta central arguyendo defectos encontrados por el Consejo de Seguridad Nuclear -y que no estima como graves y así lo publica en su web- como motivo para pedir el cierre cuando esta central lleva operando ininterrumpidamente más de 480 días.
4. Subrayar la oportunidad de la actuación, que no es por azar. Coincide la votación en el Senado para que se pueda autorizar la operación de las Centrales Nucleares más de 40 años -previa autorización del Consejo de Seguridad Nuclear- y que se está preparando la resolución favorable para la solicitud de la renovación por 10 años de la operación de la Central Nuclear de Cofrentes. por parte de Iberdrola.
5. Esta central, de la misma manera que el resto de centrales españolas, está haciendo grandísimos esfuerzos inversores tanto para la renovación tecnológica como para el aumento de los márgenes de seguridad de la operación de la central.
6. Es tan injusto que una brecha deliberada, estudiada y calculada por parte de una organización que se ha comportado como terrorista; pueda someter a juicio la continuidad de esta Central Nuclear sin tener en cuenta todo el esfuerzo de técnicos -tanto de Iberdrola como del Consejo de Seguridad Nuclear- para hacer más segura su operación que no produce en mi otra sensación, que la del puro asco hacia esta gente.
7. Cofrentes cumple 25 años de operación y se encuentra renovando tanto los equipos como al equipo humano que lo opera y mantiene. No es de otra manera sino porque se trata de una central que puede funcionar perfectamente hasta los 60 años y va dando los pasos necesarios para hacer una renovación generacional sin altibajos. Que los señoritos de Greenpeace expliquen qué tienen que hacer todos estos jóvenes profesionales de alta cualificación si consiguen el cierre -y de paso, que piensen en toda la economía de la zona que se ve afectada-.
8. Cada vez más gente es consciente de que los estándares de seguridad en España son equivalentes a los de Francia, Alemania, Japón o Estados Unidos y que llevamos dos décadas sin incidentes -incidentes, no acciones de los sistemas de seguridad, que para eso están y que hay mejoras para que cada actuación no se vuelva a reproducir-.
9. Cada vez más gente es consciente de que el precio de la electricidad sería muchísimo más alto si una quinta parte de la producción no se hiciera a un coste menor de la mitad de la siguiente tecnología más barata -y no digamos si la comparamos con la energía solar-
10. Todavía hay gente que sigue pensando que atacar a la energía nuclear sale gratis, pero se están equivocando. Y quizás este ataque se les vuelva en su contra. Eso espero, así que, si estás leyendo esto, no tengas ningún reparo en difundirlo.